Si estamos pensando en reformar nuestra casa, o sustituir el pavimento de una habitación, podemos plantearnos un nuevo sistema de calefacción en nuestra vivienda. Una opción que tiene muchas ventajas es el suelo radiante. Este sistema es uno de los más antiguos para calentar las casas. Desde la época de los romanos ya se construían canales por debajo del suelo de la vivienda y se hacía circular aire caliente por ellos. Hoy en día estos sistemas se han sustituido por tubos de polietileno, cables eléctricos o hilos de fibra de carbono.
El suelo radiante se considera en la actualidad como uno de los sistemas más eficientes de climatización, ya que consigue transmitir el calor de forma uniforme. Si se solicita esta opción en el presupuesto reforma integral, se puede llegar a ahorrar entre un 15% y un 20% en la factura de electricidad o gas en comparación con un sistema de calefacción tradicional. La distribución de temperaturas en el espacio que hayamos reformado se mantiene con mayor temperatura a nivel del suelo y va descendiendo en altura. De esta manera no se desaprovecha energía calentando innecesariamente la parte alta de las estancias.
Otra ventaja es que funciona con agua a 45º, mucho menos de lo que necesitan los radiadores tradicionales. Por lo tanto con una caldera de menor gasto energético puede ser suficiente para calentar nuestra vivienda.
Los radiadores convencionales calientan el aire. Por el contrario, la calefacción radiante envía la energía a través de ondas que sólo se convierten en calor cuando chocan con un cuerpo sólido. Este tipo de ondas no son perjudiciales para el ser humano, siendo muy similares a las que emite el sol.
Los sistemas de climatización radiante están formados por un conjunto de tuberías unidas en paralelo que recorren el suelo del hogar.
Sus ventajas son múltiples y se podrán consultar a la hora de pedir presupuesto climatización:
– Es invisible ya que se oculta en los suelos. Así no ocupamos espacio y lo podemos aprovechar mejor.
– Es más eficiente que una calefacción por radiadores. No necesita una temperatura muy elevada, por lo que el ahorro de combustible es mayor. Tampoco necesitamos calentar todo el volumen de aire de la vivienda.
– Es regulable, y se instala independientemente en cada habitación.
– No reseca el ambiente, permitiendo disfrutar de una temperatura muy agradable.
– La instalación es limpia y saludable.
– Permite un mayor ahorro energético, ya que necesita consumir menos energía que un sistema convencional, con el consiguiente ahorro económico. También necesita menos mantenimiento que una calefacción convencional.
– Es un sistema de climatización, lo mismo puede funcionar como calefacción que como refrigeración.
Hay que tener en cuenta ciertos aspectos en nuestra vivienda que no son compatibles con la elección de este tipo de climatización. Si no estamos pensando en hacer una reforma integral de la vivienda, esta obra podría no ser interesante, ya que hay que levantar los suelos y cambiar la caldera. También determinará el tipo de suelo que vamos a elegir para el presupuesto reforma integral, debido a que ciertos suelos como la madera y la moqueta no son compatibles con suelo radiante. Ambos son aislantes térmicos y nos harían perder eficiencia calorífica, a parte del deterioro por dilatación de la tarima o parquet de madera.
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